29 de enero de 2014


LA ETIQUETA DEL SAMURAI



Antiguamente había varias restricciones en el comportamiento de los samuráis, en la manera de cómo permanecer de pie, cómo sentarse, cómo saludar e incluso cómo pasear, la manera de girar en las esquinas de las calles, cómo entrar y salir de los portales y nuevas pautas de comportamiento en el destino al que se dirigían.
El carácter kanji utilizado para escribir marcial en japonés significa “parar la lanza”. En esencia el espíritu marcial no está, o no es, para atacar al enemigo, sino para protegerse uno mismo, la autodefensa. No obstante se requiere más vigor y conocimientos en la defensa que en el ataque. El samurái, ya que siempre estaba en el umbral de la vida y la muerte, nunca podía mostrarse sin defensa o mostrar alguna abertura al oponente. Se decía antiguamente que había siete posturas para, o con, la espada. En adición a las cinco posturas… seigan, jodan, gedan, hasso y waki kamae, las cuales implican cómo sostener o tener la espada, había dos más, ki kamae y Kokoro kamae, que son posturas que no pueden ser vistas con los ojos. El ki kamae y Kokoro kamae eran la etiqueta del samurái. La escuela Ogasawara Ryu del periodo Muromachi es un ejemplo típico de la etiqueta samurái.(El período Muromachi, la era Ashikaga o período Ashikaga es un período de la historia japonesa que abarca desde 1336, con el fracaso de la Restauración Kenmu y la toma del poder por parte del samurái Ashikaga Takauji, quien estableció el segundo shogunato en la historia japonesa en 1338. El shogunato Ashikaga, cuyo nombre le fue dado a esta época. Finalizó en 1573, cuando el decimoquinto y último shōgun, Ashikaga Yoshiaki, fue derrocado por el daimyō Oda Nobunaga, el cual buscaba la unificación del país). Esto incluía las relaciones sociales, y fue refinado hasta incluir la peculiar etiqueta de, o para, la espada. A la vez que preservaba el respeto y la dignidad, que eran la esencia de la etiqueta, fue diseñado para incorporar movimientos para defenderse contra agresiones inesperadas, transmitiendo la enseñanza de que se controlaba la victoria, sin llegar a sacar la espada.
La etiqueta de las artes marciales no son simplemente buenos modales. Todas y cada una de las acciones de la etiqueta marcial asumen la posibilidad de un ataque repentino, e incluyen una postura para defenderse y contraatacar. El conocimiento de esto y su correcta internalización están conectados para mejorar el combate, o competencia. Aquellos que son capaces de realizar la etiqueta totalmente, internalizan la fuerza perfecta. La etiqueta es un método de administración integral de los riesgos, no se trata de ser cortés con el adversario a través de los fallos o faltas, sino a través de no mostrar aberturas, y en el momento de peligro, parar el ataque del oponente, controlando la guardia, y protegiéndose uno mismo. Es algo para la preservación de este tipo de postura y preparación. Las artes marciales empiezan y terminan con cortesía. El antiguo maestro de la espada Yamato Ryumon explicó la esencia oculta de las artes marciales en estas palabras…

SABAKI:

Te no uchi

El “te no uchi” es un agarre. La mano que sostiene el Sabaki-bo no lo agarra fuertemente desde el comienzo hasta el final. El sentimiento al agarrar una espada debe ser el mismo que cuando se agarra unos palillos de comer.
En el Sabaki, hay sabaki de las piernas, sabaki del cuerpo y sabaki de la espada. En Iaido, hay sabaki del Sageo (cordón que lleva los katanas para asegurarlos al cinto), en la ceremonia del te hay sabaki del Fukusa (tipo de textil de seda japonés usados para envolver regalos o también usado en el equipo de purificación durante la ceremonia japonesa del te) etc. También hay sabaki en las técnicas de defensa contra patadas y otro tipo de ataques. En las técnicas de sabaki en las artes marciales, uno es capaz de usar el sabaki en relación con los diversos objetos cotidianos, circunstancias, situaciones y hasta los pensamientos. Las acciones de saber adaptarse al momento y la de tener algo ingenioso preparado son sabaki. No hay ninguna necesidad de hacer una exhibición llamativa de sabaki con el sabaki-bo. La persona que puede hacer sabaki correctamente de una manera lenta, también puede hacerlo de manera rápida y de manera incisiva. Uno, al principio, estudia correctamente. Luego se añade velocidad a la corrección y por último se añade la fuerza a la corrección y a la velocidad, con el objetivo de ser correcto, rápido, fuerte y digno. Sin embargo si uno solo usa la corrección, la velocidad y la fuerza, no ira más allá de recordar una “forma”. No se puede descuidar el cuarto elemento, la dignidad, en lo que es la práctica y hacerlo práctico. Es fácil representar la forma, la gracia, el estilo y seguir adelante en el nivel de dignidad, pero a nivel de la dignidad no hay forma, ni sonido ni enseñanza. La dignidad es como la aguja de una brújula, que nos debe guiar durante toda la vida, y con este nivel no puede haber punto final de logro, no hay meta.

Antonio Durán Fernández (JKASKTESPAÑA)

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